martes, 21 de febrero de 2012

Remedios Clérigues Amigó. ‘Friso de Frida’




Obra

friso de frida

Es un homenaje a una mujer coraje como Frida Kahlo.
Ejemplo de tenacidad, de saber sacar partido a los contratiempos, si es que así se puede llamar a todas las visicitudes que padeció.
El arte fue una terapia para ella que le ayudó a seguir adelante, a calmar los fortísimos dolores que debió de padecer, tanto los físicos como los impalpables.
Es esta faceta de ella, además por supuesto de la impecable y atractiva factura de sus pinturas, una de las que más me han interesado.
Otra faceta es la de que fue una mujer libre a pesar de contratiempos como la minusvalía física o los aparatos ortopédicos tan duros de soportar en aquella época: libre a la hora de disfrutar (y padecer) amores turbulentos, de vestir y lucir joyas de una manera exquisitamente étnica, de exhibir su característico entrecejo, de negarse a entrar en el grupo surrealista, de elegir los temas y utilizar el color…
Esta instalación bebe sobre todo del mundo de los altares, de los monumentos que en la Semana Santa se exhiben dentro de las iglesias, tan presentes en mi infancia, así como de los altarcillos para el día de difuntos centro y sudamericanos que tanto me atraen.
La instalación está compuesta por una plancha de hierro esmerilada que forma un prisma de aspecto brillante expuesto sobre un pedestal central. Recorriendo la parte superior de dicha plancha, a modo de peineta, hay colocado una pieza formada por alambre de hierro entrelazado que forma las palabras “Frida”, de izquierda a derecha y “Kahlo” (olhaK), de derecha a izquierda.
Intercalados con las letras, encontramos muchos de los atributos de la famosa pintora, como son el corsé con la hoz y el martillo (que se repite en varias de sus pinturas, dibujos y fotografías), la silla de ruedas, la cama hospitalaria con un “abortito”, instrumentos médicos, las paredes azules de su casa mejicana, bordados, el mono, el perrito, personajes populares, espejos, decoraciones multicolores realizadas en papel, un corazón de Jesús atravesado por agujas, escapularios, santeros, etc.
En la parte interior de la plancha encontramos “encajados” dibujos relativos a Frida, a su indumentaria, a su parto, etc. Los dibujos han sido realizados con técnica mixta sobre cinco soportes de desecho (de 13 x 23 cm cada uno). Los pigmentos utilizados son muy variados, esmalte de uñas, líquidos utilizados en el ámbito sanitario como el betadine, etc. La intención es utilizar aquellos elementos que encuentro a mi alcance en cada una de mis diferentes facetas (la de enfermera, la de mujer, la de ama de casa, la de artista…), con la intención de dar unidad a todos ellos a través del Arteterapia
Las pinturas que se encuentran dentro de la plancha pueden observarse a través de una serie de mirillas, de modo que el voyeurismo, muy presente también en anteriores trabajos, a través de mirillas, ranuras, etc., lo está también en esta instalación. Para iluminarlas, se ha utilizado la luz negra, una constante también en obras anteriores.

1 comentario:

  1. Me emociona acercarme hacia el altar de Frida... contemplar, buscar, encontrar... Magia!

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